Por Hannibal Ovalles
La celebración de la beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, en la Iglesia del Colegio La Salle en La Colina, ha sido conmovedora.
El 30
de abril del 2021 ha sido un momento histórico para la fe católica y la creencia
popular de millones de venezolanos y el mundo entero. Su majestuosidad es
propia de la divinidad y de la gloria de Dios, al mismo tiempo, llena de
sencillez y humildad. Trasciende la pantalla y la transmisión digital, entra a
los hogares y se profundiza haciendo eco en el alma de los devotos y creyentes.
Esta beatificación tiene un significado muy poderoso a nivel simbólico, un beato que más allá de ser un hombre de fe, era un científico, un médico y un académico.
¿Qué nos está
diciendo la iglesia en este momento?
¿Es posible
que La Iglesia esté reconociendo la posibilidad de aceptar a la ciencia, de
aceptar la existencia de la fe incuestionable, y el cuestionador razonamiento
científico, navegando juntos como parte de la complejidad del espíritu humano?
Este es el nacimiento de un misterio
Es positivo
pensar que la iglesia se está abriendo a romper con algunos antecedentes
históricos, otrora señaladora de pensadores y cientificistas, pero, ahora; en Caracas,
en una Venezuela con fisuras y desgarres, con heridas culturales; un beato,
hombre de Dios y médico, es la fuerza que puede unir, en fusiones de fe y
esperanza, medicina y espíritu y así reconciliar las ideas.
Arte y Gloria Divina
Esta
solemnidad religiosa de beatificación, estuvo acompañada de las expresiones
sonoras culturales venezolanas, las artes al servicio de la gloria divina y
perfectamente interpretada por La Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho
y la Schola Cantorum de Venezuela; sonidos de gaita zuliana, polo margariteño, calipso,
joropo y onda nueva, poemas acompasados
y música sacra a la criolla.
Una
experiencia emotiva, plena de lágrimas y fulgor de esperanza. Un aliento de fe
viva y reconciliada, alimento para la necesitada alma de nuestra sociedad,
sanación a una Venezuela herida que en su momento más difícil regala al mundo
un médico beato. Un hombre venezolano de servicio universal para el mundo.
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